De la cocina al taller heladero: la historia de éxito de Raggelato


De la cocina al taller heladero: la historia de éxito de Raggelato

Te contamos la historia de Maria José de Vettori, nuestra más reciente Aliada Ilumi y creadora de Raggelato. Ella se dedica a su profesión como dentista y a su emprendimiento de helados artesanales.

Incursionando en el negocio heladero

Para emprender en el mercado de helados se requiere de mucha pasión y determinación, así como de un conjunto de equipos básicos que sean eficientes y confiables, tales como una máquina de helados y una congeladora.

Es un camino lleno de retos y dificultades, porque hay que comprometerse a fondo, apasionarse con el producto y con la gran variedad de sabores y texturas que se pueden llevar a cabo.

El helado ha conquistado el paladar peruano y las grandes marcas realizan innovaciones cada año para mantenerse competitivas y cubrir la demanda que crece día a día.

Nuevas tendencias

Aunque los helados se consideran comúnmente como un producto sencillo, la tendencia actual ha girado hacia la innovación con propuestas de alta calidad, elaboradas con varios tipos de ingredientes naturales.

Por esta razón, ha surgido una nueva oportunidad para los helados artesanales, siendo el helado duro una de las opciones más populares dentro de esta tendencia.

Cómo empezó Raggelato

María José decidió poner en marcha su negocio durante la pandemia. A pesar de ser dentista de profesión, el contexto la obligó a buscar una nueva fuente de ingresos.

Fue así como decidió aprender a hacer helados en su propia cocina, utilizando una pequeña máquina de helados. Con el tiempo, sus helados caseros ganaron fama y decidió dar el salto a tener su propio taller, consolidando su propio negocio: Raggelato. Conoce más sobre su emprendimiento en su canal de TikTok.

El sueño del taller propio

En su taller heladero, ella cuenta con un congelador con tina de acero inoxidable de 540 litros para almacenar sus helados y todos sus insumos. Además, para exhibir sus helados en tiendas, dispone de un congelador con tapa de vidrio totalmente personalizado con su marca.

También, para producir sus helados artesanales, cuenta con una máquina de helado duro que puede producir hasta 20 litros por hora. Todos estos equipos, sumados al compromiso y pasión de María José por su negocio, han sido clave en su éxito como emprendedora gastronómica.

Conoce más sobre su inspiradora historia aquí.